Flexibilidad en el marco de prevención de lesiones
De seguro te ha pasado tratando de salvar a tu equipo de un gol mortal… sientes como un rebote doloroso cuando te has estirado de más y te duele mucho. Incluso podría ser que tuvieras una lesión que te aleje de las canchas.
En casos, menos dramáticos también es común que luego de un lapso sin actividad física al retomarla el dolor al día siguiente te tiente a abandonar tus buenos propósitos.
Todos estos problemas se originan por la falta de flexibilidad, que es una de las condiciones físicas que por mucho tiempo fue ignorada pues se daba preferencia a la fuerza o la resistencia. Seguramente has visto alguna película donde en alguna competencia entre los fortachones del equipo de futbol y las gráciles bailarinas de ballet, los primeros acaban en el suelo, sin fuerzas y completamente derrotados.
Ese es un ejemplo de la importancia de la flexibilidad, pues es básica para lograr un balance corporal que permite trabajar y consolidar tanto el desempeño competitivo de los grandes atletas o bailarinas, como de aquellos que practican un deporte o entrenan simplemente para mejorar su condición física y lograr un mayor bienestar en general.
¿Qué es la flexibilidad?
Si buscamos definiciones, encontraremos muchas, pero básicamente todas señalan que es la capacidad física de un individuo para lograr un movimiento sin restricciones ni dolor a partir del uso de una o varias articulares en trabajo conjunto con músculos, tendones, ligamentos, huesos y tejidos.
Seguramente esa enumeración de elementos que se necesitan te ha confirmado todo lo que la flexibilidad involucra y su importancia para el movimiento corporal. La flexibilidad se pierde con el paso de los años por el desgaste natural de las articulaciones y a veces, también por el exceso o mal uso de las mismas. Tanto para retrasar ese desgaste natural como para prevenir el del sobreesfuerzo es necesario adquirir flexibilidad.
Este tema es vital tanto en los casos en la que ya se tiene una rutina establecida o se practica de manera regular un deporte, como en los casos en los que se quiere iniciar el ejercicio en cualquier forma.
¿Cómo ganar flexibilidad?
Para lograr ganar flexibilidad, se deben hacer ejercicio de elongación (estiramiento) incorporados a las rutinas normales, sin embargo, es importante no hacerlos en frío; es decir, se deben hacer luego de haber calentado los músculos para evitar lesiones (lo que sería trágico porque se buscaba fortalecer la flexibilidad para evitar otras lesiones).
El calentamiento logra haciendo despacio ejercicios de baja intensidad, por ejemplo, si se corre se puede iniciar por caminar e ir aumentando el vigor paulatinamente.
Asimismo, considera:
-Mantener las posiciones de estiramiento por lapsos de 15 a 30 segundos.
-No hacer rebote con los músculos, hacer el regreso con lentitud.
Las personas que se enfocan en ejercicios de estiramiento dentro de sus rutinas no sólo están disminuyendo los riesgos de lesiones, sino que suelen reportar menos dolor muscular posterior a las rutinas. Además, suelen sentirse con más energía pues sus articulaciones, músculos y demás ligamentos se sienten con mejor desempeño. Eventualmente, el trabajo en la flexibilidad suele mejorar el rendimiento deportivo en general.
Fuentes:
https://g-se.com/introduccion-al-entrenamiento-de-la-flexibilidad-en-el-marco-de-la-prevencion-de-lesiones-bp-3595a95dfcc9b8
https://medlineplus.gov/spanish/exerciseandphysicalfitness.html
Enero 27, 2021
Balance 24