A veces se describe a la vida como un recorrido por el que caminamos a diario y resulta que… ¡caminar nos puede dar más vida! Así como lo lees, basta con aumentar unos cuantos minutos al día para alargar la expectativa de vida.

Una investigación confiable

Desde hace décadas se sabe que practicar actividad física de manera sistemática y sostenida tiene un impacto positivo en la salud y, por tanto, en aumentar la expectativa de vida. Sin embargo, no se había determinado cómo los niveles de actividad actuales afectan las tasas de mortalidad ni con cuánta actividad física se podría ver un cambio.

A principios de este año, se dio a conocer un estudio que hicieron científicos estadounidenses del Instituto Nacional de Cáncer y de los CDC (siglas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) que buscaban tener más claridad en esos temas para establecer métricas confiables para sugerir cuánto incrementar la actividad física. Buscaban establecer niveles de actividad física a través de informes precisos.

Los científicos usaron información de participantes en la Encuesta Nacional de Examen de Salud o conocida como NHANES. Esta encuesta se hace entre la población civil y procura contar con hombres y mujeres de todas edades, con diferentes antecedentes personales incluyendo datos raciales para establecer con mayor claridad y confiabilidad sus conclusiones.

El estudio reveló en qué proporción el incremento rutinario en la actividad física base de las personas modificaba el número de muertes por año:

-Aumentar 10 minutos diarios prevendría 111,174 muertes

-Aumentar 20 minutos diarios prevendría 209,459 muertes

-Aumentar 30 minutos diarios prevendría 272,297 muertes

Excelentes noticias

Estos resultados fueron reveladores; pero más que nada son buenas noticias para quienes actualmente no realizan actividad física. Es común que las personas que quieren cambiar sus hábitos lo pospongan porque creen que de golpe deben imponerse rutinas largas y exhaustivas para tener resultados. Muchas veces ese temor viene de experiencias pasadas donde el cansancio o el dolor muscular excesivo les llevaron abandonar el intento.

Conviene subrayar que el aumento es sobre lo que la gente ya hacía de forma rutinaria; por eso, es tan buena noticia para quienes no hacen nada de ejercicio, pueden empezar con diez minutos y ahí partir poco a poco hasta llegar a su ritmo a los 150 minutos semanales que considera el mínimo para una vida saludable.

Como subrayan los científicos que realizaron el estudio: cada minuto de actividad física cuenta; lo cual también puede servir de motivación para quienes ya tienen cierto nivel y buscan incrementarlo.

Del ejercicio, lo que te acomoda

Igual que se dice que de “de la moda, lo que te acomoda”, en la actividad física también aplica. Y los realizadores de la investigación apuntan que la clave del éxito para perseverar tanto si se va a incorporar actividad física o se va a incrementar el tiempo es adoptar horarios y actividades que se acomoden al estilo de vida actual.

Una caminata vigorosa puede ser una opción relativamente fácil de incorporar por la mañana o a media tarde, pues no se requiere invertir nada, aumenta los niveles de energía y resulta estimulante. Sin embargo, paseos en bicicleta, en patines, nadar o bailar son otras maneras de ejercitarse. De hecho, también se puede optar por usar aplicaciones o seguir videos con rutinas en casa.

El punto es lograr que sea parte más o menos natural de las rutinas que ya se tienen para que no suponga un esfuerzo extra que desmotive al poco tiempo. Por ejemplo, si alguien se levanta a las 7 am y comienza a trabajar a las 8, puede redistribuir sus actividades para dedicar ahí 10 minutos antes puede ayudarse de algún video con una rutina corta.

Fuentes:

https://jamanetwork-com.translate.goog/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/2788473?_x_tr_sl=auto&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es-419

https://www-health-com.translate.goog/mind-body/walking-10-minutes-preventable-deaths?_x_tr_sl=auto&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es-419