El sol, la mejor vitamina D
Todos sabemos que comer de forma balanceada incluyendo alimentos de todos los grupos es la forma de tener de forma natural las vitaminas y minerales necesarios para nuestro balance interno y externo. Pero la vitamina D es diferente por dos razones.
La primera razón es que aunque sí la podemos obtener a través de la dieta, nunca lo lograremos a los niveles necesarios para nuestro organismo. La segunda razón es que ¡la podemos producir nosotros mismos! Sí, el cuerpo humano tiene la capacidad de generar la vitamina D que requiere y para hacerlo necesita de un rayito de sol… bueno, un poquitito, más que un rayito; pero sí la luz de sol puede activarla.
El sol y la piel
La vitamina D que obtenemos de los alimentos, además de ser insuficiente dura menos que la que se activa gracias al sol. Pero, ¿cómo ocurre esto? Pues, al tomar el sol, los rayos entran a las capas de la piel que tienen un tipo de colesterol llamado 7-dehidrocolesterol que al entrar en contacto con la luz UVB se degrada para convertirse en previtamina D3, que posteriormente se transforma en colecalciferol o vitamina D3 propiamente dicha.
Una de las razones porque las que se suele evitar el sol es que a la vez que nos trae esos beneficios, también puede exponernos al envejecimiento prematuro y al cáncer de piel, por eso, se recomienda el uso de protectores solares. Y sí, los protectores solares “detienen” los rayos solares por lo que se debe tomar el sol más tiempo para lograr que se active la vitamina D. En otras palabras, no están peleadas la protección de la piel y la generación de vitamina D, sólo hay que saber combinar ambas.
¿Cuánto sol?
La recomendación general es que en los meses de primavera y verano se procure tomar directamente el sol unos 15 minutos de las 11 a las 15 horas cuando hay más radiación. Aunque es mejor hacerlo diario, se puede hacer un día sí y otro no. En los meses de otoño e invierno, se debe aumentar el tiempo si se vive en zonas muy al norte o muy al sur donde realmente la intensidad de los rayos solares es muy poca.
Debido a la anterior, puedes incorporar a tu rutina dar un paseo diario fuera de tu casa o de tu oficina en ese lapso de 11 a 15. Al hacerlo, no sólo lograrás tu dosis de vitamina D, el sol también activa otras hormonas; tomar un descanso así ayuda a relajarte y al volver a tus actividades serás más productivo.
Y a todo esto, ¿para qué sirve la vitamina D?
La vitamina D es necesaria para hacer el metabolismo del calcio y lograr la absorción del fósforo que permiten tener dientes y huesos sanos. Esto último es especialmente importante para los bebés y niños mientras crecen; pero también para los adultos mayores que pueden desarrollar osteoporosis con más facilidad.
Pero además, de ayudar a huesos y dientes, la vitamina D es importante para la salud de los músculos y además es indispensable para el equilibrio del sistema inmunológico que es nuestra defensa contra las infecciones de todo tipo.
Casos especiales
Por diversas razones, como puede ser una gran sensibilidad en la piel, imposibilidad de pasar suficiente tiempo al sol, vivir en lugares donde el clima no permite tener niveles suficientes de radiación, etc. se puede requerir de suplementos de vitamina D. Es el médico quien debe recomendarlos para que sea en la forma y la dosis necesaria para que sea realmente efectiva su ingesta de esa forma.
Fuentes:
https://www.solgar-oficial.es/blog/2020/vitamina-d-la-vitamina-del-sol/
Abril 20, 2022
Balance 24