El deporte en niños, ¿por qué es tan importante?
Los buenos hábitos se pueden adquirir a cualquier edad, pero cuando se comienza a adquirirlos desde la infancia por una parte se comienzan a recibir los beneficios desde antes y, por otra, resulta más fácil perseverar en ellos en etapas posteriores. Esto tan claro y fácil de entender a veces es pasado por alto en el tema del ejercicio y el deporte.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que en el mundo el 80 por ciento de los niños, niñas y adolescentes no están haciendo el suficiente ejercicio diario, lo cual, a la larga traerá variadas consecuencias a su salud física y mental.
En parte, este sedentarismo se debe a las circunstancias de inseguridad y a las restricciones por la pandemia; pero hay que rectificar el camino y encontrar formas para que los menores sí tengan actividad física antes de que sea más
¿Deporte o ejercicio o juego?
En el caso de la infancia, la actividad física suele manera natural a través del juego en espacios abiertos: muchos juegos infantiles se basaban en correr y saltar ya sea para ganarle a otro, para pasarle “la roña” o en las “trais”, etc., además del uso de bicicletas, triciclos y patines; así como de changueros, columpios y resbaladillas. Todos estos juegos donde el cuerpo se usa libremente son importantes para el desarrollo de los menores y equivale tal cual al ejercicio regular. Por ello, los padres debemos buscar lugares que ofrezcan garantías de seguridad para que los pequeños puedan explayarse.
Las clases de educación física cuando son llevadas de manera correcta también cuentan como ese ejercicio necesario para el desarrollo de los menores. Los papás debemos estar atentos a que en las escuelas de nuestros hijos no se salten esas clases y les saquen provecho.
En ese mismo renglón de actividad física entran, por supuesto, la práctica de deportes o el aprendizaje de los mismos. Es importante impulsar a niños y niñas para que elijan aquel actividad que va mejor con sus intereses, más adelante ya se podrá seleccionar alguna que vaya en consonancia con sus habilidades.
Se debe considerar que el baile en sus diversas manifestaciones si bien no es un deporte, sí es una actividad física que puede ser de interés y una excelente opción.
¿Cuánta actividad física deben tener los menores?
En el tema de los menores haciendo ejercicio, lo más recomendable es hablar de mínimos, porque la verdad es que a esas edades hablar de límites a la actividad es un poco complicado, y a veces, innecesario pues la cantidad de energía que cada menor tiene es muy variable. En otras palabras, es mejor que se pasen de activos a que se pasen de inactivos.
En cuanto a los mínimos mencionados, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos recomienda:
Preescolares (hasta 6 años): Tres horas diarias de actividades ligeras, moderadas y vigorosas, mezclando tanto juego libre y alguna actividad planeada y dirigida por los padres, profesores o los cuidadores.
Escolares (de 6 a 17 años): Una hora de actividad física de moderada a vigorosa a diario. Las actividades deben apoyar el desarrollo de resistencia, fuerza y flexibilidad, para fortalecer los huesos y los músculos.
Las bondades de la actividad física ya sea por el juego, las clases o la práctica de deportes se notan en un mejor apetito, más resistencia a las enfermedades y un sueño reparador; sin contar con los muchos beneficios que trae a su desarrollo emocional y psicológico.
Por último, incorporar la actividad física a las rutinas familiares también es una excelente manera de vivir con mayores niveles de bienestar y balance.
Fuentes:
https://ayudaenaccion.org/blog/infancia/deporte-desarrollo-ninos/
https://kidshealth.org/es/parents/exercise.html
Septiembre 19, 2022
Balance 24