Así detectas a tiempo el cáncer de mama
El cáncer de mama es uno de los más frecuentes en México y en el mundo, sin embargo, si se le detecta a tiempo es tratable. Por ello, es necesario que todas las mujeres primordialmente —aunque entre 1 y 2% de los casos son hombres— se mantengan alertas y sigan las recomendaciones de los profesionales de la salud.
¿Cómo se detecta el cáncer de mama?
El cáncer de mama se da por el crecimiento desordenado de las células en la glándula mamaria, las cuales se aglutinan formando tumores. Es verdad que en etapas muy tempranas los síntomas o cambios son casi imperceptibles en lo externo, por eso se ha determinado que la mejor manera de detectarlo es la mastografía o mamografía.
La recomendación es que las mujeres a partir de los 40 años se hagan una mamografía cada año. El mastógrafo es un aparato de rayos-X que se ha adaptado para tomar imágenes de las mamas, usa radiación en dosis muy bajas, por lo que es seguro. No es un estudio cómodo pues para tener una imagen completa y adecuada tienen que apretar las mamas.
Es muy útil tener la secuencia de las mamografías, es decir, o acudir al mismo lugar cada año el resultado se integra a un expediente o procurar quedarse con copias de las mastografías y llevarlas al año siguiente. Así se pueden comparar y detectar si hay algún cambio que merezca verse de más cerca.
La mastografía se debe complementar con un ultrasonido, especialmente en casos donde la mama es muy densa, es decir, en mujeres más jóvenes. Esto ayuda a tener más información sobre el estado de la mama.
En el caso de las mujeres cuya mamá o hermana, es decir, parientes en línea directa, hayan tenido cáncer de mama se debe iniciar antes con los chequeos por mastografía. El médico debe indicarles cuándo empezar y con qué frecuencia.
En la vista anual al servicio de ginecología, que también se recomienda no sólo para prevenir el cáncer de mama, el examen debe incluir la exploración de las mamas por parte del personal médico.
Pero no sólo una vez al año
Como se decía, los primeros síntomas suelen ser imperceptibles, pero las mujeres que se acostumbran desde muy jóvenes a revisarse mensualmente conocen mejor su cuerpo y son capaces de detectar el menor cambio antes. Se recomienda comenzar a los 25.
Entre los cambios que se pueden detectar y ante los cuales hay que acudir a la brevedad a consulta están:
-Bulto o masa dura en la mama o en la axila.
-Cambios en el tamaño o forma de la mama.
-Cambios en la piel de la zona, ya sean rojeces, arrugas tipo “piel de naranja” u hoyuelos. Aunque no den ninguna molestia.
-Cambios en el pezón o la aureola. Esto incluye secreciones repentinas del pezón, con algún rastro de sangre y que se presentan sólo de un lado. Además, si el pezón se ve invertido o sea se ve metido hacia dentro; o si aparece una llaga o herida en la zona.
-Sentir las mamas hinchadas o a una temperatura mayor que la de resto del cuerpo.
Es común que al notar alguno de estos signos la reacción sea negarlos o pensar que pasarán pronto porque se siente miedo. Pero postergar la consulta con el personal de salud puede hacer que se pierda tiempo precioso para tener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
Julio 14, 2023
Balance 24