Hacer ejercicio es una práctica aconsejable en todas las etapas, ya que beneficia la salud tanto en su aspecto físico como en el mental. Por tanto, permite tener una mejor calidad de vida desde la infancia hasta la vejez.

Sin embargo, en la adolescencia, por ser un periodo de transición hacia la vida adulta, es conveniente enfatizar su importancia, porque sucede una gran cantidad de cambios biológicos, psicológicos y sociales que abruman a los adolescentes y, a veces, los llevan a aislarse de todo lo que ocurre a su alrededor. La actividad física ayuda a que estos cambios se vivan de una manera menos extrema y con una actitud más positiva.

Cabe señalar, también, que en las últimas décadas la obesidad infantil ha crecido mucho en el país, por lo que la adolescencia es una oportunidad invaluable para cambiar esa tendencia y evitar acarrear en la etapa adulta ese grave problema. Además, la OMS indica que el 35 por ciento de las enfermedades de la adultez tienen su antecedente en la adolescencia.

La OMS recomienda que los adolescentes dediquen por lo menos 60 minutos al día a la actividad física con una intensidad de moderada a alta. A la par, sugiere complementar con ejercicios vigorosos por lo menos tres veces a la semana.

Es aconsejable compartir con los adolescentes los beneficios de la actividad física para motivarlos a iniciarla o continuarla:

Beneficios físicos:

• Favorece la maduración del sistema músculo-esquelético, lo cual a su vez ayuda con la coordinación psicomotora, la resistencia y la flexibilidad.
• Ayuda a controlar el peso y mantiene los niveles de colesterol en los rangos adecuados.
• Liberación de endorfinas que son las hormonas encargadas de generar sensaciones de bienestar.
• Mejora la calidad del sueño haciendo más reparador el descanso.

Beneficios psicológicos:

• Permite canalizar el estrés y la ansiedad.
• Facilita la liberación de tensiones.
• Fortalece el carácter y la fuerza de voluntad.
• Aumenta la autoestima y desarrolla la perseverancia para lograr una meta.
• Cuando se practica en compañía o sé es parte de un equipo, refuerza el sentido de pertenencia.

¿Cómo ayudan los padres?

• La elección del deporte o la rutina a realizar debe hacerla el adolescente porque una imposición es probable que en lugar de motivación, le genere sentimientos de rechazo.
• Es importante apoyar la elección facilitando el transporte si fuera necesario o la adquisición del material específico que se puede requerir para algún deporte. En otras palabras, hay que hacer patente el apoyo en forma concreta.
• En el caso de una actividad o deporte nuevo, acordar previamente un lapso específico para su práctica. De esta manera, se le invita a que tome una decisión bien pensada y se responsabilice de ella.
• Establecer días y horarios para realizar las rutinas, sobre todo es importante cuando ha decidido que las hará de manera individual. Si no las integra dentro de su horario general, es menos factible que cumpla.
• No presionarlos para obtener determinados resultados o involucrarse en competiciones si no nace de ellos el hacerlo.
• Como en otros temas educativos, predicar con el ejemplo es básico. Y si se pueden hacer de la actividad física parte de la convivencia familiar, se logrará además otros beneficios como pasar tiempo de calidad juntos, aumentar la confianza y estrechar lazos.

Fuentes:

https://psicopedia.org/6087/deporte-factor-proteccion-desarrollo-los-jovenes/

https://www.efdeportes.com/efd165/la-iniciacion-deportiva-para-el-desarrollo-personal.htm