Dormir poco te hace comer más
Se dice que las actividades que dominan la vida de un bebé son dormir y comer, bueno, también lo que ocurre como consecuencia de comer y que implica cambiar muchos pañales; pero digamos que son es parte de comer. Pues estas dos actividades siguen ligadas a nuestro bienestar el resto de nuestra vida.
No dormir bien lleva a comer más
Quizá has notado que cuando te sientes somnoliento pues llevas varios días sin dormir bien empiezas a comer más. Es posible que lo hayas atribuido a la necesidad de darte un “empujón” con una dosis de un pastelito lleno de azúcar o un refresco. Pues esa conexión entre las ganas de comer más cuando hay una privación del sueño es mucho más profunda que buscar ese “empujón”.
Nuestro cuerpo funciona gracias a complejos balances, en el caso del balance energético no sólo implica los alimentos o bebidas que ingerimos, sino que se relaciona también con los ciclos de sueño pues forma parte de complejo sistema que involucra neurotransmisores, ciclos circadianos, hormonas, el sistema nervioso, entre otros factores.
Las sustancias que identificamos como hormonas son mensajeras que comunican “instrucciones” a los diversos órganos del cuerpo y también son segregadas desde diferentes partes del cuerpo. Estas sustancias activan o inhiben algunas de nuestras reacciones y necesidades, sus ciclos de funcionamiento se asocian a los ciclos circadianos que tienen que ver con la vigilia (estar despiertos) y el sueño. En el caso, de la ingesta o no de alimentos, hay dos muy importantes: la leptina y la ghrelina.
Leptina: Esta sustancia es la que nos hace sentir saciados, es decir, que nos hace sentir que estamos satisfechos, pues la leptina viene del tejido adiposo del cuerpo.
Ghrelina: Esta sustancia, por el contrario, nos estimula para comer, pues se segrega mayoritariamente desde la mucosa gástrica.
La privación del sueño reduce los niveles de leptina y, a su vez, eleva las concentraciones de la ghrelina. Por lo cual, no te será difícil deducir que eso facilita el buscar comer más y, por tanto, se comienza a ganar peso que puede con cierta facilidad convertirse en sobrepeso y obesidad.
Una cadena de errores
El problema de la obesidad, más allá de la percepción estética o no del propio cuerpo, es que es un factor que facilita desarrollar resistencia a la insulina, y la resistencia a la insulina, si no se detiene, acaba por favorecer la aparición de la diabetes, que es un problema muy serio de salud.
La diabetes en primera instancia puede complicar la calidad de vida de quien la padece porque le puede causar problemas en la visión, daños en las extremidades y otras complicaciones más que llegan a poner en riesgo la vida. Pero la diabetes no es la única complicación que trae la obesidad, también se asocia a enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Así que es momento de que si tienes problemas de aumento de peso primero revises tus hábitos de sueño y busques modificarlos; ya que es posible que para recuperar tu balance sólo necesites dormir bien de manera cotidiana. Y la verdad, saldrás ganando también en otros aspectos de tu vida pues no sólo amanecerás todos los días con una sonrisa de oreja a oreja, sino que tendrás toda la actitud y la energía a tope para lograr tus metas.
Fuentes:
https://www.businessinsider.es/relacion-dormir-mal-comer-mal-938529
https://www.infosalus.com/nutricion/noticia-si-duermes-menos-comes-mas-sabes-20200726075935.html
https://cuidateplus.marca.com/bienestar/2021/11/27/engordas-duermes-179334.html
Mayo 12, 2022
Balance 24