Hábitos que dañan tu espalda
“¡Enderézate!”, “¡No te encorves!”, “Camina con la espalda recta” son algunas frases que nuestros padres o abuelos nos decían con cierta frecuencia, y a veces, quizá nos haría bien oírlas cuando al final de una jornada de trabajo sentimos la espalda llena de nudos o nos sorprendemos al pasar por un espejo y nos vemos incluso con más años de lo que tenemos.
Los músculos de la espalda en conjunto con la columna vertebral —el eje principal del cuerpo— son los que nos permiten mantener la posición erguida, levantar pesos y, por supuesto, intervienen a nuestra capacidad de caminar. Asimismo, debemos ser conscientes por la columna vertebral pasan todos los impulsos nerviosos que mantienen la comunicación con todas las partes de nuestro cuerpo, por ello, cuando hay alteraciones en los discos vertebrales o se pinchan las raíces de los nervios esto lleva a situaciones más complejas.
Por todo ello, es importante adoptar buenas costumbres para cuidar nuestra columna y nuestra espalda. Aunque lo ideal es hacerlo desde la infancia, nuestra es tarde para comenzar.
Identificar los malos hábitos
Los dolores de espalda, junto con los de espalda, son de los padecimientos más comunes. Muchos son debidos a malos hábitos que debemos esforzarnos por rectificar. Algunos son:
No sentarse correctamente: La mayor parte de las jornadas de trabajo actuales se realizan con las personas sentadas frente a una computadora. Por ello, hay que recordar la importancia de hacerlo con la espalda recta, los hombros alineados, la mirada al frente y con el teclado y pantallas a una altura adecuada para evitar encorvarse. Contar con un asiento que tenga apoyo lumbar es necesario; por ello, si hay que considerar invertir en una silla que favorezca la buena postura si nuestro trabajo ya será desde tu casa de manera regular.
No levantar el peso correctamente: Ya sea en el lugar de trabajo o para las tareas diarias del hogar hay que cuidar muy bien no doblar el troco para levantar algo pesado. Cuando se dobla el tronco, se sobrecargan las vértebras y se pueden hacer hernias en los discos intervertebrales. La forma correcta es ponerse de cuclillas con las rodillas dobladas y levantarse lentamente con el peso lo más pegado al cuerpo que se pueda.
Caminar encorvado: Cuando se camina echando los hombros adelante con el cuello inclinado el centro de gravedad del cuerpo se desplaza al frente y hay más carga en la musculatura de espalda en lugar de distribuirse en todo el cuerpo. En este sentido, hay vigilar la postura cuando se está viendo el celular.
Cargar con exceso: Una bolsa o mochila muy pesadas si se cargan rutinariamente también pueden casuar dolor de espalda. Se recomienda que lo que se cargue no exceda el 10% de peso de quien carga.
Otras fuentes de daño para la espalda
Sedentarismo: Las personas que no tienen actividad física regular tienden a perder masa muscular de forma generalizada, lo cual, por supuesto, también afecta a los músculos de la espalda. La pérdida de masa muscular se acelera con la edad, por lo que siempre es mejor comenzar desde la juventud no sólo para amortiguar esa pérdida, si no para que el ejercicio sea un compañero de vida.
Obesidad: Es claro que si hay más peso corporal, la columna tendrá un trabajo extra. Hay cálculos de que por cada kilo en la región abdominal aumenta por 5 la carga en la musculatura lumbar.
Finalmente, hay que señalar que acostumbrarse a lidiar con el dolor de espalda consumiendo analgésicos es muy mala idea. De hecho, cuando un dolor de espalda se vuelve persistente, es decir, dura más de una semana lo mejor es acudir a un profesional de la medicina para que revise más a fondo y determine el tratamiento adecuado.
https://www.rehabilates.com/es/malos-habitos-que-perjudican-tu-espalda/
https://www.sabervivir.es/salud-y-bienestar/habitos-saludables/habitos-que-danan-tu-espalda
Julio 1, 2022
Balance 24