Estás deslumbrado porque por fin se acerca tu “crush”; viene hacia a ti, es casi inevitable que vas a saludar… y el miedo te asalta: “¿Están como siempre húmedas mis manos por el sudor? ¿Se dará cuenta que intentaré pasarlas por mi ropa para tratar de secarlas? ¿O trato de saludar de beso? ¡Mis mejillas también podrían tener sudor! ¿Tendré manchas en las axilas? Mejor me agacho y finjo que mis agujetas están desamarradas, con suerte pasa de largo sin verme”.

La culpable de esas y otras muchas situaciones que hacen muy incómoda la vida de quienes la padecen es la hiperhidrosis.

Sí hay opciones

La hiperhidrosis es la sudoración excesiva que no se relaciona con la reacción natural al calor ambiental o al generado por el cuerpo por ejercicio. El sudor puede llegar a ser tan grave que se vea como goteo o empape la ropa y el pelo.

En casos muy raros es síntoma de alguna enfermedad como un tumor, de una alteración hormonal o un efecto secundario de algunas medicinas. En la mayor parte de los casos, no hay una causa identificable, sin embargo, hay opciones que pueden ayudar.

Opciones de solución

En algunos casos leves, donde la sudoración se da en las axilas el uso de antitranspirantes pueden ser la opción. Se debe considerar que en su fórmula tienen sales de aluminio que pueden irritar la piel si ésta está húmeda. Por ello, se recomienda aplicarnos con la piel seca.

En otros casos, es conveniente acudir con un profesional de la salud que en primera instancia descartará con tu historia clínica que no una causa oculta. Y entre las recomendaciones que puede darte están:

–Toxina botulínica: Comúnmente conocida como bótox. Se aplica por un profesional en los nervios que activan las glándulas sudoríparas por lo que se pueden requerir aplicarla en varios lugares dependiendo de en donde se manifiesta la sudoración. El efecto tarda unos días en mostrarse y la zona puede quedar con cierta debilidad muscular. Este tipo de tratamiento no es permanente, dura de 6 a 9 meses y puede ser caro.

–Medicamentos: Estos bloquean los nervios que activan la sudoración, pero no lo hacen de forma selectiva, actúan en todo el cuerpo. Son ingeridas vía oral y a algunas personas no les funcionan, además, quienes padecen glaucoma no deben tomarlas. Entre su efectos secundarios está la sequedad en la boca, visión borrosa y problemas en la vejiga.

–Tratamiento con microondas: También se le conoce MiraDry, se aplica con un aparato así llamado. Con el efecto de las microondas se destruyan las gándulas del sudor y las de mal olor de manera selectiva en dos sesiones de 20 a 30 minutos con anestesia local. Los resultado son permanentes, y los efectos secundarios pueden cambios en la sensación de la piel y alguna molestia local. Al ser una técnica reciente, no se sabe si habrá efectos secundarios a largo plazo.

Cirugía para destruir las cadenas nerviosas: Su nombre técnico es simpatectomía torácica. Se realiza por endoscopía y se destruye de forma selectiva los nervios que activan la sudoración entre las vértebras y las costillas. Soluciona también la hiperdrosis de manos además de la de axilas. Es una solución permanente, como efecto secundario algunas personas comienzan a tener mayor sudoración en la espalda a manera de compensación.

Existen otras opciones, pero tanto para éstas como para otras, es importante la consulta con un profesional de la salud para minimizar los riesgos y aumentar las posibilidades de éxito.