¿La exposición al frío puede ayudarte a perder grasa?
Es muy común que entre amigos y familiares se discuta si se prefiere el frío o el calor, y cada uno da las razones de su preferencia. Pues resulta en términos de pérdida de peso, el frío le gana al calor. Pero ¿cómo pasa eso?
Mantener la temperatura corporal es una de las misiones fundamentales de nuestro organismo y se regula por muchos mecanismos que a veces ni notamos que son para eso. Cuando tenemos calor, sudamos y es una manera de enfrían el cuerpo; por otra parte, si estamos expuestos al frío, empezamos a temblar. Ese temblor es la primera manifestación de la “batalla” de nuestro de cuerpo por mantenernos en calor; la segunda manifestación no la vemos porque ocurre en nuestro tejido adiposo.
No toda la grasa es igual
El tejido adiposo del cuerpo tiene mala fama porque cuando hemos acumulado de más estamos pasados de peso, sin embargo, es un tejido en su adecuada proporción lo necesitamos para sobrevivir y esto es especialmente cierto en el tema de la regulación de la temperatura.
El tejido adiposo tiene diversas células o adipocitos que se identifican por su color; pero que cumplen diversas funciones.
Adipocitos blancos: Se trata de la grasa que almacenamos para contar con energía a lo largo del día.
Adipocitos marrones: Son las células grasas encargadas de mantener la temperatura corporal y producir calor.
Adipocitos beige: Ayudan a mantener la temperatura, pero ayudando a eliminar las reservas de grasa blanca.
Como puedes deducir, los adipocitos marrones son el elemento clave en esta función metabólica de mantener la temperatura corporal. Estas células tienen una mitocondria muy especial, pues contiene la llamada proteína de socaplación 1 (UCP1) que crea energía en forma de calor. Esas células cuando necesitan más “combustible” comenzarán a usar a las demás células adiposas con tal de cumplir su misión de mantenerte vivo.
Más adipocitos marrones
Según algunos estudios la proporción de grasa marrón en hombres sanos era mayor que la que tenían hombres con sobrepeso y obesidad. Ese estudio mostró, además, que la actividad de la grasa marrón se relacionaba con un mejor desempeño del metabolismo del cuerpo en general.
La buena noticia es que se puede inducir la elevación de los adipocitos marrones (y perder, por tanto, adipocitos blancos) y para lograrlo hay que exponerse al frío. Ciertamente, al principio esto sólo se hará temblar pero luego entrará en juego una hormona: norepinefrina o noradrenalina.
Esta hormona, cuando estamos expuestos a bajas temperaturas, da la señal de activar la grasa marrón al viajar en grandes cantidades por tu torrente sanguíneo, avisando a los adipocitos que usen sus mitocondrias para consumir las reservas y producir calor. Si la exposición al frío continua el cuerpo se adapta favoreciendo la presencia de células adiposas marrones.
Pero la noradrenalina no sólo cumple esa función en tu organismo, además es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, la atención, la concentración y el entusiasmo. En otras palabras, está en el equipo de las sustancias “que te hacen sentir bien”. Por todo lo anterior, cuando acabas tu ducha con agua fría te sientes incómodo y quizá tiemblas en el primer contacto; pero luego te sientes estimulado y lleno de energía.
La conclusión no es que te metas a una cubeta con hielo para perder peso o busques salir con poca ropa la próxima vez que bajen las temperaturas en donde vives; sino tener claro que enfrentar el frío en el exterior cuando la temperatura baja tiene el beneficio de favorecer la aparición de células marrones (alimentadas por las blancas); aumentar así la tolerancia al frío y permitirte realizar más actividades físicas que demanden más uso de la energía acumulada como grasa. Es un círculo virtuoso.
Fuentes:
https://computerhoy.com/noticias/life/frio-te-puede-ayudar-adelgazar-perder-peso-segun-ciencia-77199
https://inbodymexico.com/blogs/inbody-blog/como-la-exposicion-al-frio-cambia-tu-metabolismo/
Mayo 19, 2022
Balance 24