¡Los adultos mayores también necesitan hacer ejercicio!
Uno de los ladrones de años de vida de calidad es el sedentarismo. La renuncia a la actividad física es la primera causa de las muerte prematuras entre los adultos mayores, pues contribuye al deterioro físico generalizado y también disminuye la salud mental.
Para combatir a este asesino silencioso es vital que la actividad física se siga realizando sin importar la edad. Obviamente, se debe adaptar a las circunstancias de cada persona, pero en todos los casos hay opciones para mantener cierto nivel de actividad.
Beneficios del ejercicio en adultos mayores
Las bondades del ejercicio son bien conocidas, pero en el caso de los adultos mayores tienen una mayor importancia pues apuntan a prevenir o postergar algunos de los padecimientos que con más frecuencia se presentan en este grupo de población:
-Mejora del sistema inmunológico, lo cual es todavía más importante en la tercera edad pues no está en sus mejores condiciones.
-Mejora de la salud cardiovascular, pues al haber ejercicio se estimula la circulación, se beneficia la oxigenación y todo ello favorece la actividad del sistema circulatorio y del respiratorio. Si se combina con una dieta saludable se disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardiaca y apoplejías.
-Evita el sobrepeso y la obesidad, estas dos condiciones a su vez son precursoras de otros males como diabetes tipo 2, que obviamente, son más graves con la edad. La actividad física es una manera efectiva de controlar el porcentaje de grasa corporal y aumentar la masa muscular.
-Mantiene la vitalidad y eleva la autoestima, pues al sentir que se puede terminar la rutina hay una sensación de logro y de satisfacción, todo lo cual a su vez tiene el efecto de alejar la posibilidad de una depresión.
-Algunos estudios apuntan a que disminuye la posibilidad de padecer demencia.
Opciones variadas para cada circunstancia
Las personas que a lo largo de su vida han tenido un nivel aceptable de actividad es más fácil que continúen con prácticas deportivas o de ejercicio y que sólo ajusten poco a poco la intensidad sin abandonarlas del todo. Sin embargo, como en todo nunca es tarde para iniciar o para retomar la actividad física.
Idealmente se debe tener actividad física todos los días; pero si no hay las condiciones físicas para ello, con tres veces a la semana puede ser suficiente para tener beneficios si se vuele parte de una rutina fija.
La primera opción de actividad física son los paseos, que permiten a la persona mayor andar a su ritmo, la sacan del encierro y le ofrecen los estímulos mentales que esta práctica conlleva.
El baile de salón, especialmente el danzón, puede ser otra buena opción para combinar la actividad física modera con la sociabilidad. Hay muchas plazas en el país donde los adultos mayores se organizan y admiten nuevos miembros con gran alegría.
También se pueden hacer ejercicios gimnásticos moderados, con rutinas cortas que incorporen movimientos de brazos, piernas, cuello sin forzar ningún músculo. Las redes, por fortuna, ofrecen muchas opciones que presentan versiones de baja intensidad pensadas en este grupo de edad.
Si por sus circunstancias particulares una persona tiene su movilidad limitada, es importante que un profesional indique ejercicios para brazos y piernas que la persona encargada de su cuidado le haga para estimularlo y detener la pérdida de masa corporal.
Fuentes:
https://cuideo.com/blog/ejercicios-fomentar-personas-mayores/
https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/tercera-edad/habitos-vida-saludable/ejercicio-fisico-personas-mayores.html
Agosto 26, 2022
Balance 24