Prácticamente nadie pondría en duda que la mente es muy poderosa. La convicción de que se puede lograr algo que parece imposible o desafiando las condiciones físicas del cuerpo o las externas como la distancia o el clima extremo. Hay miles de ejemplos de exploradores de las regiones más inhóspitas del planeta que fueron y regresaron por la convicción de que podían hacerlo o casos de supervivencia luego de un accidente como el famosísimo caso el equipo de rugby cuyo avión se accidentó en plena cordillera de los Andes en los años setenta.

Lo que hay detrás de esas acciones extremas es el poder de la mente y justo es la materia de trabajo que está detrás de la psicología deportiva. Esta rama de la psicología busca específicamente apoyar a los deportistas para vencer primero en su interior los obstáculos que crean el miedo, la inseguridad, la inestabilidad emocional y otros factores; para que logren vencer después ya sea sus contrincantes o simplemente venzan sus propios límites.

Confiar es la clave

Conocerse a sí mismo es una de las tareas más difíciles que hay para cualquier ser humano. A veces, incluso porque lo que descubrimos en nuestro interior no nos parece tan atractivo o nos comparamos con otras personas. En el caso del deporte, este conocimiento de uno mismo va tanto en el sentido de ser consciente de las capacidades físicas como de las debilidades internas que nos hacen flaquear ante los obstáculos.

En gran medida, esas debilidades internas se manifiestan en los mensajes inconscientes que nos decimos a nosotros mismos. Esa vocecita que suele decirnos: “No puedes”, “Tus piernas no sirven para eso”, “Siempre te queda a unos metros de la meta”, etc. Todos esos mensajes van vulnerando nuestra confianza en nosotros mismos y hacen crecer todavía más esas debilidades.

El trabajo de la psicología deportiva va en gran medida en ese camino de impulsar el autoconocimiento para apuntalar la autoestima y generar la confianza en nuestras propias posibilidades de competir correctamente, de dar lo máximo en cada momento y de motivarnos interiormente con mensajes positivos.

Trabajo en conjunto

En la actualidad, prácticamente todos los deportistas de alto rendimiento trabajan no sólo con sus entrenadores de lo “físico” sino con entrenadores de los “psicológico”. Así, no sólo preparan sus cuerpos para atrapar o lanzar una pelota, alcanzar mayor velocidad en el agua, brincar más lejos, levantar más peso, pedalear durante periodos prolongados, etc.

Este trabajo con los psicólogos deportivos es especialmente importante en los deportes de equipo para lograr que el desempeño de todos los miembros sea no sólo óptimo en lo individual, sino aprovechando el conjunto de habilidades de cada uno para lograr las metas.

¿Qué hace un psicólogo deportivo?

Las ocupaciones principales de un especialista en esta área son:

-Hacer diagnósticos y evaluaciones sobre el deportista en lo particular para identificar las variables que estorban o impulsan su desempeño deportivo.

-Apoyar al deportista para desarrollar estrategias que mejoren su atención y concentración, enfocándose especialmente en el control de las emociones y su uso para lograr la motivación necesaria.

-Diseñar programas de trabajo individual y grupal para los deportistas que se integran en equipos.

La psicología del deporte tiene un campo profesional muy amplio y aunque sus beneficios se dirigen primordialmente a impulsar la esfera deportiva, lo cierto es que esos beneficios al final van hacia la persona en su conjunto, no nada más una dimensión, porque nuestra naturaleza es una sola y única.

Fuentes:

https://www.unir.net/salud/revista/psicologia-del-deporte/

https://www.mundodeportivo.com/vidae/ejercicio-fisico/20201123/49545854694/psicologia-deportiva-que-es-y-su-importancia.html