El regreso a las actividades presenciales está a la vuelta de la esquina para casi todos los sectores productivos. Aunque estamos esperando ese feliz momento de volver, también es cierto que se genera ansiedad, pues el virus sigue presente y aunque el avance de la vacunación da esperanzas, es un hecho que todavía no ha cubierto a todos los grupos de edad; por tanto, las posibilidades de enfermarnos siguen ahí.

Además, no vamos a regresar al mundo tal y como lo conocíamos en marzo de 2020, pues los cubrebocas, el gel antibacterial y el lavado de manos, la distancia social y la ausencia de saludos de mano o con abrazo seguirán presentes un buen rato. Muchas empresas optarán por modelos híbridos que combinen días en los que será necesario ir a las oficinas, con otros donde el trabajo desde casa seguirá presente.

Todo eso es suficiente para generar inquietud y si a eso le agregamos que “la costumbre es más fuerte que el amor”, es decir, al permanecer tanto tiempo encerrados o con muy pocas actividades la idea de “abandonar” este espacio que nos ha proveído de seguridad nos puede generar nerviosismo e incluso miedo.

Por eso, es importante tomar en consideración algunos puntos para que el regreso a la oficina sea más agradable y no esté dominado por el temor.

1 No anticipes

La imaginación es una gran aliada cuando la usamos para crear, pero a veces se va sola a crear escenarios terribles, así que no la dejes volar. Céntrate en los aspectos positivos que saldrán de la vuelta a la oficina y a las rutinas.

2 Infórmate

Procura estar atento a todos los comunicados oficiales de tu empresa, léelos con cuidado para que sepas cómo van a funcionar los horarios, las cargas de trabajo y los protocolos de higiene. Asimismo, no tengas miedo de preguntar cómo va a funcionar determinada actividad o procedimiento. También puedes consultar las páginas oficiales del gobierno donde encontrarás información general que te puede ayudar en alguna circunstancia no cubierta.

3 Planifica

Hay dos aspectos en los que es importante que pienses por adelantado: transporte y comida. Respecto al primero, puede ser que necesites replantear tus rutas (o adoptar otras formas de moverte) para minimizar el contacto con multitudes; lo cual puede representar que requieras más tiempo u otros ajustes. En cuanto a las comidas, revisa cuáles son las opciones más seguras para ti: comer en tu lugar lo que lleves de tu casa, ir al lugar de siempre que tiene áreas abiertas, ir sólo con uno o dos compañeros, etc.

4 Valora

Piensa en los aspectos de tu trabajo que podrás hacer de manera más eficiente en la oficina ya sea tu añorada silla ergonómica, imprimir o fotocopiar documentos, consultar con otra persona en tiempo real tus dudas, la vista desde tu lugar es más bonita que la de pared de ladrillos que tocaba desde el comedor de tu casa, etc. Esto también incluye la desconexión natural que se da al tener que ir de tu casa al trabajo y de vuelta.

5 Identifica tu estrés

En este regreso te reencontrarás con situaciones que ya desde antes te generaban inquietud o te encuentres nuevos disparadores. Es importante que seas capaz de identificar lo que te altera y tratar de resolverlo, mas si no se puede compensar con actividades de relajación (ejercicio, yoga, respiración, meditación, mandalas) que te devuelvan tu balance interno.