Aunque en México le decimos del “mal del puerco”, al sueñito que da después de comer tiene un nombre científico: somnolencia postpandrial. No es un padecimiento, pero entender por qué se da ayudará a evitar sus causas, y nos permitirá tener unas tardes más productivas.

¿Qué hay detrás de esa somnolencia?

Es verdad que la comida es una de las causas de esta somnolencia; pero se facilita porque los ciclos circadianos, que son los que rigen nuestro esquema de sueño-vigilia, marcan un punto bajo a las 8 horas de habernos levantado. En general comemos a las 8 horas de habernos levantado así que se conjugan los dos factores. Pero, si además, no duermes lo suficiente y arrastras las llamadas deudas de sueño, pues la situación será todavía peor.

Una cosa lleva a la otra

En cuanto a las comidas, se suele creer que es sólo por comer mucho; lo cual es inexacto. Es más bien por el tipo de alimento que ingerimos. Los alimentos de absorción rápida y ricos en azúcar disparan la producción de insulina que produce en páncreas, pues la insulina es la sustancia que nos permite digerir los azúcares.

Al aumentar la insulina, también aumenta la actividad del triptófano, un aminoácido, en el cerebro con lo que se estimula la melatonina y la serotonina. Estas dos sustancias son neurotransmisores que se relacionan, la primera con el sueño y la segunda con el bienestar.

Por tanto, entre más alimentos de absorción rápida y con más azúcares, por ejemplo, el pan blanco o comidas procesadas, pues se da más rápido esa sucesión de sustancias que nos hacen sentir con sueño, con cansancio.

¿Qué hacer entonces?

La primera recomendación seguramente ya la adivinaste: tener una dieta equilibrada que incluya carbohidratos de bajo índice glucémico como verduras y granos integrales; además que incluya proteínas de calidad como pescado, pollo y res magros) y sin dejar atrás las grasas saludables como las del aguacate, aceite de oliva, etc. Este tipo de alimentación además te hace sentir saciado y evitar que sigas comiendo más de lo necesario.

La segunda recomendación es no brincarte el desayuno e ingerir alimentos que te nutran y sacien, pues esa primera comida es fundamental para obtener la energía para iniciar el día. Si te lo saltas, llegas a la hora de la comida con tanta hambre que comes más rápido y es más fácil perder la señar de que ya estás lleno. Además, la falta de sueño nos predispone a ingerir más calorías para tratar de estar alertas.

La tercera es hacer un poco de ejercicio después de comer es una buena manera de activarte, mejorar tu circulación sanguínea y oxigenarte mejor, así disminuirá la sensación de sueño . Es suficiente caminar unos diez o quince minutos. Si tus actividades laborales no te permiten salir, procura abrir una ventana disfrutar el aire fresco.

La cuarta recomendación puede ser un lujo, pero si estás en posibilidades de incorporarla a tu rutina tendrías otros beneficios, es decir, tomar una siesta, la cual no debe superar los veinte minutos para ser efectiva y no alterar tu ciclo de descanso nocturno.

Fuentes:

https://welthy.es/magazine/por-que-despues-de-comer-me-da-sueno/

https://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20200128/473072665897/sueno-despues-de-comer-por-que.html